Elsa Trillo: “Cuidar bien nuestra piel implica tener el conocimiento, los productos adecuados y la constancia en los hábitos”
Destaca la labor de la Enfermería y la importancia de la prevención y los tratamientos derivados de los nuevos estilos de vida: “Nos cuidamos mejor y cada vez hay más conciencia sobre el cuidado de la piel, pero aún tenenos hábitos incorrectos”
La llegada del verano y la intensidad de la acción del sol nos exige una atención más adecuada para el cuidado de nuestra piel. Es el caso de la queratosis actínica o queratosis solar, una lesión de la piel causada por el daño acumulado de la radiación ultravioleta (UV), principalmente del sol.
Esta lesión se presenta como una mancha áspera y escamosa de la piel que se manifiesta con frecuencia en personas de piel clara que han estado expuestas al sol durante años, especialmente en zonas como rostro, cuero cabelludo, orejas o manos. Aunque a veces puede pasar desapercibida, es una señal de alerta, ya que puede progresar a un cáncer de piel (carcinoma escamoso).
Elsa Trillo, enfermera especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria y Máster en Deterioro de la Integridad Cutánea y Tisular por la Universidad Católica de Valencia, incide en la importancia de la prevención sobre estas lesiones, con medidas como “evitar la exposición solar prolongada y usar diariamente fotoprotector solar con FPS 50+, ropa protectora, gafas homologadas y gorros o sombreros. Especialmente en niños, personas mayores o con enfermedades crónicas, cabe extremar precauciones”.



Aumento de los tratamientos domiciliarios
Trillo añade que siempre tendrá que ser el dermatólogo el que determine el tratamiento más adecuado según el número y tipo de lesiones “pero es la enfermería la que juega el papel clave en la educación al paciente, la aplicación correcta de tratamientos tópicos y el seguimiento”.
En este sentido, añade que “la Enfermería ha ganado protagonismo en tratamientos domiciliarios, como la fototerapia con luz natural, y por supuesto en el seguimiento y asesoramiento al paciente con el fin de asegurar una adherencia al tratamiento y para detector signos de alerta precoz”.
Elsa Trillo apunta que, en la actualidad, y más allá de los tratamientos sanitarios, la evolución de los nuevos estilos de vida -más actividades al aire libre, trabajo híbrido, mayor uso de pantallas- ha llevado a adaptar también los cuidados de la piel: “Existen fotoprotectores específicos frente a luz azul (de pantallas), con texturas más cómodas, adaptadas a piel grasa, seca o con patologías. Por otra parte, el concepto de campo de cancerización ha hecho que desde la Enfermería ya no solo tratemos la lesión visible, sino toda la piel dañada”, explica.
“Debemos revisar nuestra piel al inicio del verano y acudir a consulta si hay lesiones nuevas”
“Es necesario fomentar la conciencia de que el sol tiene efectos acumulativos: lo que hacemos hoy se reflejará en nuestra piel dentro de años”.
Alerta con las Redes Sociales
Elsa Trillo, pone la voz de alerta a la hora de usar las Redes Sociales. Las define como una herramienta útil, “pero debemos tener mucho cuidado. No todo lo que se dice tiene base científica”.
Desde Enfermería siempre recomendamos:
- Comprobar que la información proviene de fuentes sanitarias fiables: profesionales colegiados, instituciones de salud, sociedades médicas
- Desconfiar de remedios caseros o productos que prometen milagros sin evidencia
- Consultar siempre con el personal sanitario antes de aplicar cualquier consejo visto en Internet
“Nuestra labor desde la Enfermería también es desmentir mitos y corregir malas prácticas, algo que ocurre a menudo en redes”
“Afortunadamente, cada vez hay más conciencia sobre el cuidado de la piel y los riesgos del sol. Las campañas sanitarias y el acceso a la información han ayudado mucho”
Los consejos principales son:
- Aplicar protector solar 30 minutos antes de salir y reaplicarlo cada 2 horas o tras sudar, nadar o secarse con la toalla.
- Utilizar un fotoprotector adaptado a nuestro tipo de piel y a las circunstancias (playa, ciudad, montaña…). El uso debe ser diario, también en días nublados
Complementar con protección física: ropa, sombreros de ala ancha y gafas de sol certificadas.
- Evitar la exposición entre las 12:00 y las 16:00 horas, cuando la radiación UV es más intensa
- No utilizar aceites o bronceadores sin filtro solar
- Hidratar bien la piel y aumentar la ingesta de agua
- Evitar el uso de colonias o perfumes sobre la piel expuesta al sol, ya que pueden provocar manchas o reacciones
Hábitos incorrectos:
- No reaplicar el protector solar
- Pensar que solo hay que protegerse en la playa
- No revisar la piel ni acudir al profesional si no hay síntomas
La referencia
Elsa Trillo Carlín:
Graduada en Enfermería y especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Máster en Deterioro de la Integridad Cutánea y Tisular por la Universidad Católica de Valencia. Experto Universitario en Heridas por la Universidad de Santiago de Compostela. Posgrado en Pie Diabético por la Universidad de Cataluña.
Formadora del SERGAS y enfermera en Consultas Externas del Hospital Abente y Lago en el Servicio de Dermatología. Actualmente Doctoranda en la Universidad de A Coruña con el Proyecto de “Eficacia de la Terapia Fotodinámica en lesiones Cutáneas Malignas y Premalignas en una Consulta de Enfermería Dermatológica”